ALTA
TENSION Y SUS EFECTOS SOBRE LA SALUD
- Una de
las primeras llamadas de alerta sobre los efectos negativos para la salud
de los campos
electromagnéticos (CEM) data de
1972 cuando científicos de la antigua Unión Soviética comunican extrañas
alteraciones en los trabajadores eléctricos expuestos habitualmente a altos
niveles de campos electromagnéticos. Los
trabajadores tenían un aumento de enfermedades cardíacas, alteraciones
de la tensión arterial, cefaleas recurrentes, fatiga, estrés y depresión crónica.
-
- Aunque ya había previamente sospechas fundadas,
uno de los primeros estudios epidemiológicos
que indicaron riesgos para la salud fue el realizado por los Dres.
Nancy Wertheimer y Ed Leeper
donde referían un aumento entre dos y tres veces mayor de muertes por cáncer
entre los niños que vivían
cerca de líneas de alta tensión en Denver, Colorado.
- En noviembre de 1986, el Dr. David
Savitz, de la Universidad de Carolina del Norte, comunicó
los resultados de un estudio que formaba parte del Proyecto de Líneas de
Alta Tensión del Estado de
Nueva York. En este estudio se confirmaban los hallazgos de Wertheimer
y Leeper apareciendo
una incidencia mayor de cáncer y leucemia en niños asociada a exposiciones
a CEM superiores a 2,5
mG. El informe final del Dr. Savitz dirigido al Departamento de Salud
del Estado de Nueva
York afirmaba: "el grado de confianza de estos hallazgos está
abierto a muchas
interpretaciones, pero lo cierto es que el estudio apoya como conclusión
un vínculo entre la
exposición a CEM y el riesgo de cáncer".
-
- El Dr. David Carpenter, Secretario
Ejecutivo del Proyecto de Líneas de Alta Tensión del Estado de
Nueva York, en respuesta a las afirmaciones y comentarios como que el Proyecto
"no revelaba
evidencia alguna de que los CEM constituyeran un peligro para la salud",
manifestó:"cualquier
persona lógica no puede concluir que esos efectos no existen". Y también
añadió:"es simplemente
erróneo deducir que no hay peligros". Muy poco tiempo después
se diseñó un segundo Proyecto
de Líneas de Alta Tensión.
-
- Los hallazgos de los estudios de Wertheimer
& Leeper y Savitz se confirmaron en 1991 en otro
estudio de S.J. London y cols. publicado en el American
Journal of Epidemiology.
-
- Un estudio de la Southern California
University llevado a cabo por John Peters y cols.
y publicado en noviembre de 1991 en el American Journal of Epidemiology
también confirmó esos hallazgos.
La revista Public Power Weekly publicó el 28 de enero de
1992: "el estudio más
amplio llevado a cabo hasta la fecha sobre la leucemia infantil y la exposición
a CEM
refuerza la evidencia de que la proximidad a las líneas de alta tensión
puede incrementar el
riesgo de leucemia".
-
- Cuando se utilizaba la carga histórica de la
línea para medir la exposición, el riesgo de leucemia entre los niños con
exposición máxima a CEM se cifraba en casi el doble cuando se comparaba
con el riesgo de leucemia entre niños con mínimo riesgo.
-
- No existía una clara asociación si se utilizaban
medidas directas de CEM en las viviendas de los niños
como indicadores de la exposición. Sin embargo, las discrepancias entre
los resultados basados
en las medidas directas y los que utilizaban como elemento de referencia
la carga histórica de la
línea, pueden significar, de acuerdo con los investigadores, que la carga
histórica de la línea sea un
predictor más fiable de campos magnéticos.
-
- Estas observaciones fueron confirmadas posteriormente
en un estudio sueco de 1992 realizado por
Maria Feychting y Anders Ahlbom que comunicaron un aumento del
riesgo relativo para la leucemia
infantil y la leucemia en adultos de 2,7 y 1,7 veces, respectivamente, en
los sujetos expuestos a
CEM mayores que los medidos en el grupo control.
-
- A través del análisis por ordenador de los
registros de voltaje de 26 años atrás, junto con los casos de
cáncer desde 1960 a 1985, investigaron la posible relación entre cáncer
y CEM. Entre casos de cáncer
y controles estudiaron a más de 500.000 personas. Esta metodología fue capaz
de discriminar con gran
exactitud el nivel medio de exposición a los CEM de todas las víctimas de
cáncer. Sus resultados
mostraron una clara relación dosis-respuesta entre exposición a los CEM
(incluso a dosis bajas)
y desarrollo de cáncer, especialmente leucemia mieloide aguda y leucemia
mieloide crónica.
-
- Otro estudio sueco ha confirmado que la larga
exposición a campos electromagnéticos fue un factor crítico
en el desarrollo de enfermedades, entre ellas tumores malignos. María
Feychting, científica del
Instituto Karolinska de Estocolmo estudió a 127.000 niños que vivieron durante
25 años en la proximidad
de líneas de AT encontrando que el riesgo de leucemia se multiplicaba por
dos.
-
- Christine Gorman en el número de 26 de octubre
de 1992 de la revista Time, afirmaba: "uno de
los resultados más elocuentes era que el riesgo de cáncer crecía conforme
a la potencia del campo
electromagnético". La redactora refería que los niños con exposiciones
constantes a campos muy
débiles (menores de 1 mG) tenían un menor índice de cáncer. Los expuestos
a campos de 2 mG tenían
un incremento de riesgo de leucemia multiplicado por tres y en los expuestos
a 3 mG se multiplicaba por cuatro. Gorman manifestaba que
"esa clara progresión hacía muy difícil
rebatir que factores distintos a la exposición a CEM fueran los responsables
del aumento de los
casos de leucemia".
-
- Asimismo, un estudio danés de 1992 realizado
por el Dr. Jorgen H. Olsen encontró un aumento de
riesgo de leucemia infantil, linfomas y tumores cerebrales cinco veces mayor
en niños que vivían cerca
de líneas de alta tensión expuestos a CEM de 4 mG.
-
- Un estudio reciente publicado en febrero de
1998 en la revista Journal of Occupational and
Environmental Medicine refería un aumento de riesgo de contraer
leucemia entre los niños que
vivían cerca de líneas de alta tensión en el área metropolitana de Taipei,
Taiwan. El estudio recogió
los datos del registro nacional de tumores de Taiwan entre los años 1987
y 1992. Los niños que vivían
a menos de 100 metros de una línea de alta tensión tenían una tasa de leucemias
2,7 veces mayor que la
general de los niños de Taiwan. El riesgo para cáncer era 2,4 veces mayor
que para otros niños de
la misma zona no expuestos al campo electromagnético.
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- Los niños no son los únicos que tienen riesgo.
La revista Microwave News en su número de marzo/abril
1990 afirmaba: "hay hasta el momento al menos 12 estudios que apuntan
a un
mayor riesgo de tumores cerebrales como consecuencia de la exposición a
CEM".
El investigador
Samuel Milham Jr. concluía: "Hay demasiados
estudios positivos como para
eludir la conexión de los CEM con los tumores cerebrales".
-
-
- De igual forma, Microwave News
afirmaba en su número de julio/agosto 1990 que epidemiólogos
del Fred Hutchinson Cancer Research Center de Seattle, Estado de
Washington, habían descubierto nuevas evidencias de la asociación entre
exposiciones
- ocupacionales a CEM y el desarrollo de cáncer
de mama en varones. El estudio apoya los hallazgos preliminares de otro
estudio de la Johns Hopkins University publicado el año pasado que
mostraba un mayor riesgo en varones de cáncer de mama entre los telefonistas
jóvenes de Nueva York.
- Paul Demers, que trabaja con
el equipo investigador del Dr. David Thomas en el Fred
Hutchinson Cancer Research Center, ha encontrado que los telefonistas,
electricistas y mantenedores
de líneas de alta tensión tienen hasta seis veces más riesgo de padecer
cáncer de mama que lo que
cabría esperar (aumento estadísticamente significativo). En los trabajadores
de radio y comunicaciones
el riesgo casi se triplicaba. En conjunto, había el doble de riesgo de cáncer
entre los trabajadores
expuestos a CEM.
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- Un estudio noruego publicado posteriormente
encontró el doble de la tasa esperada de cáncer de
mama entre los varones que trabajaban en oficios con exposición a CEM.
-
- También un estudio de la Universidad de
Carolina del Norte realizado por Dana Loomis y publicado
el 15 de junio de 1994 en el Journal of the National Cancer Institute,
encontró que las mujeres
relacionadas con trabajos eléctricos tenían un 38% más de probabilidades
de morir por cáncer de
mama que otras trabajadoras. El estudio encontró que la tasa de mortalidad
por cáncer de mama era
más del doble entre las instaladoras de teléfonos, técnicas de reparaciones
y mantenedoras de línea
cuando se comparaban con otro tipo de trabajadoras no relacionadas con ocupaciones
eléctricas. Los resultados apoyan los de cuatro estudios previos que encontraron
tasas elevadas de cáncer
de mama entre los hombres vinculados a trabajos en contacto con la electricidad.
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- Otro estudio, dirigido por la Dra.
Tora Tynes del Registro de Cáncer de Noruega, encontró en
una muestra de 2.000 mujeres
operadoras de radio naval nacidas entre 1934 y 1969, que el riesgo de
desarrollar cáncer de mama era casi el doble que el de otras mujeres noruegas.
-
- Un tercer estudio epidemiológico ha relacionado
los CEM al cáncer de mama. El estudio fue publicado
en el número de septiembre de 1996 de la revista Epidemiology
y fue llevado a cabo por
la Dra. Patricia Coogan y cols. en la Escuela de Salud
Pública de la Boston University.
-
- Encontraron un 43% de incremento de cáncer
de mama entre las mujeres con alto potencial ocupacional
de exposición a CEM, especialmente
entre las que trabajaban con grandes ordenadores.
-
-
- Cindy Sage, en una comunicación
al Primer Congreso Mundial sobre Cáncer de Mama,
destacó la evidencia recogida en unos 100 estudios epidemiológicos que muestran
una asociación entre la exposición ocupacional y residencial a CEM y varios
tipos de cáncer, y que existen datos de al menos media docena de estudios
que muestran una asociación entre la exposición a CEM y el cáncer
de mama.
- Los factores de riesgo medioambiental, incluidos
los CEM, fueron discutidos en
- una conferencia celebrada en Kingston, Ontario,
Canadá en julio de 1997. Una de las
- recomendaciones de la conferencia era que la
ausencia de evidencias científicas concluyentes no eran
óbice para establecer medidas generales de evitación prudente
en relación con la exposición a
CEM.
-
- Otro estudio ocupacional, patrocinado por Hydro-Quebec,
Ontario Hydro y Electricité de France, fue
publicado en marzo de 1994. En él se halló un vínculo entre los campos magnéticos
generados por corrientes
eléctricas y la leucemia que padecían algunos trabajadores. Estos hallazgos
confirman los resultados
de un estudio realizado en 1991 por Geneviève Matanoski
que observó entre los telefonistas
de AT&T con exposiciones elevadas a CEM una tasa de leucemia 2,5 veces
mayor que la misma tasa
entre empleados con bajas exposiciones.
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- El estudio de la Escuela de Salud Pública de
Carolina del Norte dirigido por los Dres. David
Savitz y Dana P. Loomis y publicado en enero de 1995 en el American
Journal of
Epidemiology encontró que los trabajadores expuestos a CEM
potentes tenían más de 2 veces y media
de probabilidades de morir por un tumor cerebral que los trabajadores menos
expuestos. Los investigadores
también observaron una fuerte relación exposición-respuesta para los tumores
cerebrales.
-
- Otro trabajo de 1996 realizado por investigadores
de la Universidad de Toronto entre trabajadores de
centrales hidroeléctricas sugiere que la exposición a campos eléctricos
puede ser cancerígena.
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- Los estudios previos estaban enfocados hacia
los campos magnéticos. El investigador principal es el Dr.
Anthony Miller, catedrático de Medicina Preventiva y Bioestadística
de la Universidad de Toronto.
En este estudio se incluyeron 30.000 empleados de centrales hidroeléctricas
entre trabajadores en activo
y jubilados.
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- Miller y colaboradores encontraron
un aumento de riesgo de leucemia asociado con la elevada exposición
a campos eléctricos y magnéticos. El riesgo de leucemia en los más altos
niveles de exposición a
campos eléctricos era 4 veces superior al del nivel más bajo; y en ciertos
subgrupos de trabajadores
que tenían las máximas exposiciones a CEM, estos investigadores refieren
tasas de leucemia 11 veces
superiores a las encontradas en la población trabajadora normal.
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- La mayor novedad del estudio es que también
se sugiere un aumento de riesgo de cáncer de pulmón aunque
los resultados no son estadísticamente significativos.
- Alrededor de 40 estudios ocupacionales
han mostrado que las personas expuestas rutinariamente a altos niveles de
CEM durante su trabajo,
tenían una probabilidad significativamente mayor de morir por cáncer cuando
se las comparaba con el
resto de trabajadores.
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- En el libro The Great Power-Line
Cover-Up, publicado en 1993, Paul Brodeur
cita una revisión de 51
estudios epidemiológicos sobre la exposición a CEM y riesgo de cáncer publicada
en el libro del Departamento
de Servicios de Salud de California. En esta revisión, 28 estudios (55%)
encontraban un riesgo estadísticamente
significativo, 15 estudios (29%) hallaban un riesgo elevado pero
no estadísticamente significativo y 8 estudios (16%) no observaban asociación
alguna.
-
- Paul Brodeur afirma: "teniendo
en cuenta la consistencia de los resultados de la mayoría de los
estudios sobre cáncer infantil y de los más de dos docenas de estudios ocupacionales,
el peso de la evidencia
claramente muestra que las personas expuestas a CEM, tanto en casa
como en el trabajo, están sometidas a un aumento del riesgo de padecer leucemia
y tumores cerebrales.
Hay estudios recientes que señalan un aumento de cáncer de mama entre los
varones expuestos a CEM durante su trabajo, estudios particularmente alarmantes
si se
demuestra que el cáncer de mama y otros cánceres del aparato reproductor
femenino
también se asocian con la exposición a CEM. En ese caso, las naciones se
van a encontrar con
un grave problema de salud pública. No hacer nada al respecto es inaceptable,
porque estamos como
hace 25 años cuando se empezó a hablar de los riesgos del tabaco".
-
-
- En 1994 se publicaron tres nuevos estudios.
Uno de ellos indicaba una relación entre la exposición ocupacional
a CEM y la Enfermedad de Alzheimer (Dr. Eugene Sobel de
la Facultad de Medicina
de la Southern California University), otro indicaba una correlación
significativa con el Síndrome
de Muerte Súbita del Lactante (Coghill Research Labs, Londres) y
un tercero relacionaba
la exposición a CEM con la Esclerosis Lateral Amiotrófica.
-
- Investigadores neozelandeses también han encontrado
una relación entre las líneas de alta tensión como
desencadenantes de asma y depresión en adultos. Según lo publicado
el 12 de mayo de 1997 en
el New Zealand Herald, los que viven a menos de 20 metros
de cables de alta tensión tienen 3 veces
más posibilidades de padecer asma y 2 veces más de sufrir depresión que
la población no expuesta.
El estudio también indica que estos sujetos tienen mayores posibilidades
de tener enfermedades relacionadas
con el sistema inmunitario como alergia, dermatitis de contacto e incluso
diabetes. El trabajo se
titula Chronic Health Problems in Adults Living Near High-Voltage
Transmission Lines: Evidence for a Dose-Response Relationship with Magnetic
Field Exposure
y se llevó a cabo por los Departamentos de Psicología y Medicina Molecular
de la Universidad de Auckland
y el Grupo de Investigación del Asma de la Wellington Medical School.
-
- Los estudios de laboratorio también han mostrado
efectos sobre la salud derivados de los CEM. Cass
Peterson, redactor del Washington Post afirma:
"numerosos estudios en animales han demostrado
alteraciones neurológicas y de la reprodución derivadas de los CEM. Los
embriones de pollo muestran una tasa mayor de malformaciones cuando se exponen
a CEM, los ratones
sufren un mayor porcentaje de abortos y fetos malformados cuando se exponen
a frecuencias moderadamente
elevadas, similares a las que emiten los monitores de video de los ordenadores".
Peterson también afirma: "en distintos experimentos, los científicos
del Centro para el
Tratamiento e Investigación del Cáncer en San Antonio descubrieron que células
malignas humanas expuestas
a campos de 60 Hz (la frecuencia de una línea de alta tensión) crecían
hasta 24 veces más rápido que las no expuestas, mostrando además un aumento
de la resistencia a
la destrucción por las células del sistema inmunitario".
-
-
- También se están llevando a cabo investigaciones
sobre cómo se liga la exposición a CEM y el desarrollo
del cáncer. Por ejemplo, el Dr. Russell Reiter cree que
un buen número de cánceres pueden ser
causados por CEM. En un trabajo presentado en noviembre de 1993 en la reunión
del Departamento de Energía de los
Estados Unidos, explicaba que la disminución de la secreción de melatonina
inducida por los CEM podría dar lugar a un aumento de la incidencia de cáncer
en cualquier tejido. Este efecto podría
aclarar uno de los misterios de la relación cáncer/CEM. El informe
del Consejo Nacional sobre Protección contra la Radiación de Estados
Unidos apoya esta
- teoría.
-
- La hipótesis de la melatonina se vió reforzada
cuando la revista Cancer Research sacó en portada al
investigador Richard Stevens en su número de julio de 1996
junto con un diagrama que explicaba la
hipótesis de la relación melatonina/CEM/cáncer. Los resultados de un importante
estudio epidemiológico
que investiga esta teoría, dirigido
por los Dres. Stevens y Scott Davis del Centro
de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson, están a punto de ser publicados.
Existe un buen número de estudios en relación
con los CEM y su influencia en la secreción de melatonina que están
recogidos en Electromagnetics Forum, cuyo editor es Don
Maisch. En ellos se pone de manifiesto
la relación entre el cáncer de mama y la exposición a CEM con la supresión
de la secreción nocturna de melatonina
como telón de fondo.
-
- Un estudio británico sugiere otra causa. El
trabajo dirigido por Denis Henshaw y cols. en la Universidad
de Bristol y publicado el 14 de febrero de 1996 en el International
Journal of Radiation
Biology encontró que las líneas de alta tensión atraen partículas
procedentes del gas radón, un conocido
carcinógeno. Encontraron evidencias de que alrededor de las líneas de alta
tensión podían estar presentes
concentraciones peligrosas de radón.
Los CEM emanados de las
líneas podrían, por tanto,
concentrar un cocktail de carcinógenos potenciales.
-
-
- Hay cientos de estudios de laboratorio que
han mostrado una relación entre los CEM y las alteraciones
de la salud. Uno de los últimos es el publicado en Science News
en febrero de 1998 que involucran a la
enzima tirosinquinasa como desencadenante de los hechos que inducen daños
en el ADN a través de la radiación no
ionizante. Parece que la activación de este enzima representa la manifestación
inicial de la influencia de los CEM. Una activación excesiva de una segunda
tirosinquinasa denominada
BTK conduce a un aumento en
la producción de leucemia, linfomas y otros
cánceres en distintos sujetos.
-
- La más reciente estrategia de la Industria
y de parte de la Administración es argumentar que no se puede
probar que exista un riesgo sobre la salud derivado de la exposición a CEM
hasta que no se conozca exactamente el
mecanismo de cómo los CEM producen cáncer, leucemia y otras enfermedades.
-
- Lo que la Industria y la Administración no
citan es que treinta años después de haber probado la Epidemiología
que el amianto es un potente agente cancerígeno, los científicos todavía
no saben el mecanismo a través del cual
la inhalación de fibra de amianto produce cáncer de pulmón. Tampoco saben
cómo el humo del tabaco reacciona en el tejido pulmonar para producir cáncer
o cómo el pesticida DDT actúa en el tejido
mamario para dar lugar al cáncer de mama. Si las autoridades sanitarias
hubieran tenido que esperar hasta tener un conocimiento completo de los
mecanismos carcinogéneticos de estos agentes,
no habría ninguna legislación sobre la exposición a estas sustancias,
no existirían las advertencias sobre los peligros del tabaco y se seguiría
utilizando el DDT como pesticida.
-
- En Estados Unidos, los Tribunales de
Justicia se han pronunciado sobre los efectos en la salud de las
personas.
-
- A finales de 1985 el Tribunal de Texas ordenó
el desvío de una línea de alta tensión que pasaba a 70
metros de una escuela. En junio de 1989 un juez de Florida hizo cerrar una
escuela en Boca Raton por tener el patio
sobrevolado por una línea de alta tensión y entender que eso constituía
un peligro para los niños. Se han dado
casos similares en Santa Barbara - California (1990), Connecticut
(1990), New Jersey (1990), Illinois (1991), Fresno - California (1993),
British Columbia - Vancouver (1994), Nebraska
(1996), Nueva Zelanda (1996).
-
- El reconocimiento oficial de los peligros para
la salud de la radiación electromagnética va produciéndose
lentamente. La Oficina de Evaluación Tecnológica del Congreso de los
Estados Unidos emitió un Informe
en junio de 1989 que decía: "los campos eléctricos y magnéticos
producidos por
los sistemas de energía eléctrica pueden conllevar peligros para la salud".
El Informe también
afirma: "existe
un importante acúmulo de evidencias en favor de que, bajo determinadas
circunstancias, incluso campos electromagnéticos de baja frecuencia y relativamente
débiles pueden causar alteraciones biológicas, y si bien las implicaciones
no están todavía claras, sí existen
razones legítimas para preocuparse".
-
- Entre las propuestas del Informe se halla la
de "evitación prudente": intentar conducir las
nuevas líneas de alta tensión por lugares
donde no haya personas, ensanchar los pasillos de las líneas de transporte
de energía eléctrica, diseñar nuevos sistemas de distribución de energía,
incluyendo nuevos métodos de enterramiento,
que reduzcan los CEM, y rediseñar los electrodomésticos para minimizar
o eliminar los CEM.
-
- El posterior reconocimiento oficial vino del
borrador de informe de la Agencia de Protección Medioambiental
de Estados Unidos (E.P.A.) que, de acuerdo a lo publicado en el New
York Times el
23 de mayo de 1990, dice que hay un posible vínculo entre el cáncer y los
campos electromagnéticos generados por
las líneas de alta tensión. En particular, la encuesta de la Agencia en
la que los estudios existentes acerca de los efectos sobre la salud muestran
que los niños expuestos a este tipo de
radiación tienen un riesgo mayor de lo normal de desarrollar leucemia.
-
- Del borrador del informe de la EPA se
desprendía la recomendación de que los denominados campos
electromagnéticos de baja frecuencia fueran clasificados como "probables
agentes cancerígenos para el
hombre" de la misma forma que otros tóxicos químicos como el PCB,
el formaldehido y la dioxina. Sin embargo,
esta recomendación se suprimió del borrador final tras la revisión
de la Oficina de Políticas de Desarrollo de la Casa Blanca. En opinión de
Paul Brodeur, redactor de New Yorker,
"eso ha sido un caso claro de manipulación y politización por la
Casa Blanca de
uno de los principales problemas de salud".
-
- Martin Halper, director de
la EPA, declaró a la revista Fortune en diciembre de 1990:
"en todos mis años de
investigación sobre las sustancias químicas nunca había visto tal cúmulo
de estudios epidemiológicos que
nos dieran tantas evidencias como lo que observamos con los CEM.
De forma clara se puede afirmar que ahí hay algo".
-
- El reconocimiento oficial vino en junio de
1994 cuando el Departamento de Trabajo e Industria del Estado
de Washington falló una demanda a favor de un antiguo fundidor de la
Kaiser Aluminum and
Chemical Corporation que recibió una indemnización laboral por
el cáncer que padecía, causado, según
la demanda, por la exposición a CEM durante su trabajo. Esta es la primera
sentencia de un cuerpo
gubernamental de
los Estados Unidos que reconoce la existencia de un relación
entre la exposición a CEM y el cáncer. La demanda señalaba que 8 trabajadores
de los 90 que trabajaron en la fundición
de Kaiser habían muerto de linfomas o leucemias. La fundición de aluminio
necesita normalmente una gran cantidad de energía eléctrica y consecuentemente
los
- trabajadores están expuestos a altos niveles
de CEM durante el proceso de abricación.
-
- El Dr. Samuel Milham estudió
la planta de aluminio durante los años 80 y encontró "demasiados
casos"
de leucemia y
linfoma no-Hodgkin entre los trabajadores. La alta incidencia de cáncer
en los trabajadores de Kaiser coincide
con hallazgos similares de otras plantas de aluminio.
-
- El último reconocimiento oficial de los riesgos
para la salud se encuentra en un informe del Consejo Nacional
sobre Protección de la Radiación de los Estados Unidos, patrocinado
por la Agencia de Protección
Medioambiental y escrito por 11 importantes expertos americanos en CEM.
Bob Edwards,
en el número de octubre de 1995 de la revista New Scientist,
escribe que el Informe recomienda un límite
de seguridad de 2 mG (0,2 microteslas).
-
- El informe recomienda que en el futuro se adopte
un límite de seguridad de 0,2 microteslas. Esta cifra
corresponde a un campo electromagnético muy débil y los CEM son mucho mayores
alrededor de las líneas de alta tensión
y cerca de las subestaciones eléctricas. Las guarderías, escuelas y casas
de nueva construcción no
se podrán construir donde
los CEM sobrepasen este límite y las líneas de alta
tensión deben retirarse de las áreas residenciales. Las oficinas se deben
adaptar para proteger a
- los trabajadores de la exposición derivada
de ordenadores, fotocopiadoras e impresoras, que debe estar
por debajo de 0,2 microT.
-
- En Italia se ha propuesto también una directiva
similar que data del año 1995. La directiva emana del
Laboratorio de Física del Instituto Nacional de la Salud y propone
reducciones a 1 y 5 mG para la exposición
residencial y ocupacional, respectivamente.
-
- La directiva italiana dice en uno de sus párrafos
"Se ha propuesto en Italia una nueva legislación, tanto a nivel
nacional como regional, al objeto de prevenir los posibles efectos a largo
plazode los CEM sobre la salud, especialmente los derivados de las líneas
de alta tensión. Basándose en las indicaciones de la literatura epidemiológica,
los valores propuestos requieren
una reducción de los límites de exposición a cifras que son tres órdenes
de magnitud inferiores a las
recomendadas por la IRPA/INIRC".
-
- La Organización Mundial de la Salud
ha iniciado a principios de 1996 un estudio a 5 años con un presupuesto
de 3,33 millones de dólares para investigar los efectos de la exposición
ambiental y ocupacional a los campos eléctricos
y magnéticos. El estudio será supervisado por un comité interno.
-
- Por último, señalar que desde el punto de vista
de la salud pública, los estudios mencionados deben entenderse
como serias advertencias de los potenciales efectos adversos de los campos
electromagnéticos
emanados tanto de las líneas
de alta tensión como de los aparatos eléctricos. La conclusión
que de ello se sigue debería traer un cambio legislativo para hacer realidad
el principio de "evitación
prudente".
-
J. Ignacio Orive
MD PhD
Paediatrician
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